lunes, 26 de noviembre de 2012

Lupus y Pompe, dos enfermedades raras


Se lo conoce como Lupus Sistémico (también denominado LES o 'Lupus') a una enfermedad crónica en la cual un sistema inmunológico anormal genera anticuerpos contra los propios tejidos y órganos (auto anticuerpos) con capacidad de dañarlos y alterar su función.
Según los especialistas se trata de una enfermedad con un alto impacto en la calidad de vida de quienes la padecen ya que afecta a gente joven y es muy prevalente en mujeres.
La doctora Alejandra Babini, jefa del Servicio de Reumatología en el Hospital Italiano de Córdoba explica a LA NACION que "el Lupus es una enfermedad complicada. Puede ser cíclico, lo que significa que pueden haber períodos en que los síntomas no son muy notorios, o períodos de tiempo en que se agudizan y son más severos, conocidos como 'exacerbaciones'. En algunas instancias, el lupus puede entrar en remisión, en que los síntomas pueden mejorar durante meses o incluso años. Sin embargo, la remisión completa es poco común".
Aunque no se le conocen todas las causas, se sabe que es una enfermedad autoinmune, ya que los propios glóbulos blancos dejan de reconocer los anticuerpos y terminan afectando distintos órganos importantes del organismo. "De no ser tratada es mortal", precisa Babini. Se han identificado factores que pueden desencadenar la enfermedad: pubertad o embarazo y la exposición al sol entre otros.
Si bien no existen datos oficiales, en Argentina se estima que unas 28.000 personas (1 en 1500) padecen varias formas de lupus, entre ellas el Lupus Eritematoso Sistémico (LES) el más común y más serio de todos los tipos, que afecta aproximadamente al 70% de los pacientes. Se suele diagnosticar entre los 15 y 45 años y el 90% de las personas afectadas son mujeres. Aunque también puede afectar a hombres y niños.
"Actualmente no existe una cura para Lupus, sin embargo, existe una variedad de diferentes medicamentos que pueden ayudar a aliviar muchos de los síntomas", afirma la especialista que puntualiza que los pacientes reciben medicamentos inmunosupresores para controlar la actividad de la enfermedad, el sistema inmunológico y minimizar las complicaciones. "Sin embargo, la toxicidad de los tratamientos y los efectos adversos son altos. Nos referimos a drogas antiinflamatorias no esteroides, corticoides e immunosupresores", agrega.
La meta actual del tratamiento es controlar la actividad de la enfermedad y minimizar las complicaciones, mientras se equilibra el daño de los efectos secundarios y la toxicidad del tratamiento.
Continúa...
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