miércoles, 11 de septiembre de 2013

Astenia o Fatiga ( Dr.Lucio Pallarés)

Dr. Lucio Pallarés Ferreres. Unidad de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas Hospital Universitario Son Dureta Palma. Mallorca 14-09.09

La astenia o fatiga es un síntoma que las personas que tienen un Lupus Eritematoso Sistémico (LES) pueden presentar a lo largo del tiempo. Es una manifestación clínica que llamamos inespecífica porque no nos permite hacer ningún diagnóstico, pues también se presenta en otras enfermedades o procesos patológicos. No obstante, puede decirse que todas las personas con un LES la ha padecido en algún momento de su evolución, y en algunos casos puede estar presente de forma casi constante.

La astenia es difícil de definir, pues en ocasiones la usamos para referirnos a síntomas que pueden ser variados. Al hablar de astenia nos queremos referir a la sensación de cansancio o de falta de energías para el desarrollo de una actividad, que ya está presente antes de iniciar dicha actividad, y que no se recupera con el reposo. Esto puede significar una capacidad de esfuerzo reducida para estas personas con LES, y que obliga a tomar periodos cortos de descanso durante la jornada laboral, o incluso llegar al punto de solicitar una reducción de jornada. Lo mismo ocurre fuera del trabajo con el resto de actividades de la casa, familiares, por lo que es importante el conocimiento de esta situación por la familia y acompañantes.

La astenia y la fatiga son síntomas frecuentes en las personas con LES de forma que pueden obsevarse hasta en el 80% de los casos en algún momento de la evolución de la enfermedad. Son difíciles de medir y puede llegar a ser un problema incapacitante y el principal motivo de acudir a la consulta. En muchos pacientes la astenia estará presente en los momentos de actividad del Lupus, y podrá persistir incluso después de haber conseguido la inducción de la remisión de un brote clínico. En otros casos se presentará sin que existan otros parámetros o indicadores de actividad de la enfermedad.

Esta situación condiciona una sensación de no curación por parte del paciente, de no alcanzar una normalización de su estado de salud, y por tanto es frecuente que manifieste su impresión de no tener una buena calidad de vida. En ocasiones, esta situación vivida tanto por la persona con LES, como por su médico, puede llevar a iniciativas de tratamientos en la consulta diaria. Esto tiene una gran trascendencia, pues aún considerando estos síntomas importantes para el paciente, su falta de correlación con las alteraciones del laboratorio y los indicadores de actividad de la enfermedad, y el desconocimiento en muchos casos de porque se producen estos síntomas, hacen muy difícil poder establecer un tratamiento, más allá del sintomático para mejorar la calidad de vida.

Si bien es cierto que actualente no se conocen con exactitud las causas que originan la astenia y fatiga en el LES, también los es que en algunos casos podremos detectar situaciones que pueden dar lugar a estos síntomas y que vale la pena saberlo, pues en estos casos un tratamiento dirigido puede solucionar este problema. Una de estas situaciones es la propia actividad del Lupus. Casi todos las personas con LES en brote o actividad presentan algún grado de astenia y fatiga, que se resolverá con el mismo tratamiento del brote.

En otros casos podremos detectar la presencia de una fibromialgia o una depresión asociadas al LES. La astenia y la fatiga pueden ser en estos casos una manifestación más de estas entidades que pueden presentarse en los pacientes con LES, por lo que en ausencia de una situación de actividad lúpica, deberán investigarse siempre.

Otra situación que se ha observado en el lupus y que puede originar astenia y fatiga son las alteraciones del sueño. La alteración del ritmo y patrón del sueño sería la causa del desarrollo de estos síntomas. Esto debe tenerse en cuenta en la valoración general de estos pacientes, dadas las posibilidades terapéuticas de las que podrían beneficiarse.

Finalmente, no hay que olvidar que en el origen de la astenia y la fatiga en el LES pueden intervenir diferentes situaciones y factores, tanto del ámbito social como del personal del paciente, y que deberán estudiarse y abarcarse desde una perspectiva psicosocial. En este sentido, y en relación con la obligada convivencia del paciente con la enfermedad, tienen una gran importancia los recursos propios, la capacidad de respuesta y el nivel de autoestima, muy alterado en estos pacientes. Eso es así, por tener que aceptar una realidad que implica, por un lado, la necesidad de un tratamiento con efectos secundarios que puede alterar su aspecto físico inicial, y, por el otro, la de enfrentarse a una enfermedad crónica. Así, el paciente con LES tiene una mala percepción de su estatus y calidad de vida, y una sensación de reducción de su capacidad de autonomía.

Estos aspectos son importantísimos, y están en la base de muchos casos de astenia y fatiga. La aproximación terapéutica al paciente con LES debe incorporar el apoyo y la ayuda social, entendiendo ésta tanto como un soporte físico ante la reducción de la capacidad de autonomía del paciente, así como un determinado apoyo emocional y comprensión de la enfermedad por parte de los familiares y seres cercanos. Así lo demuestran diferentes estudios que observan una menor presencia de astenia y fatiga en el grupo que recibió información dirigida y un programa de soporte y educación sobre la enfermedad, tanto al paciente como a sus familiares. Este grupo presentaba un nivel de autoestima y de autonomía, es decir, de calidad de vida, significativamente superior al grupo control en el que los pacientes y su círculo social no recibieron información ni el programa de educación dirigido a su enfermedad.

Por ello es importante una buena información y un buen soporte profesional. El paciente con LES, como la mayoría de pacientes afectos de una enfermedad crónica sujeta a controles y revisiones, no acepta fácilmente tener que cambiar de estilo de vida, con el agravante de que el lupus afecta a un grupo de edad joven, lo que conlleva más reticencia a la hora de reducir la actividad o el ritmo de trabajo, o la renuncia voluntaria a determinados aspectos de la vida que se suponen normales en esa etapa vital. En este sentido, la práctica regular de un ejercicio físico adecuado a las condiciones de cada persona, puede ser una herramienta muy útil para conseguir una base de entrenamiento, reducir la fatiga y mejorar la calidad de vida.


Fuente : Lupus Uruguay

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