martes, 25 de septiembre de 2012

“No todo lo que brilla es oro”. El lupus “la gran imitadora”.

El virus simple de la gripe causa malestar general, fiebre alta, cansancio, dolor de garganta y de las articulaciones, razón por la cual estos malestares suelen ser habitualmente ignorados, sin embargo, podría tratarse de algo mucho más serio que coloca en riesgo nuestra vida

Todas las personas que habitamos este planeta en más de una ocasión hemos sufrido de fiebre alta, cansancio físico o dolores en las articulaciones que no tardan en pasar. Los conocemos como gripe común, razón por la cual, vamos a la farmacia y adquirimos el antigripal de nuestra preferencia, tomamos reposo, ingerimos abundantes líquidos y en pocos días nos liberamos de este fastidioso virus, razón por la cual evitamos visitar al médico.

Pero... ¿Qué sucede cuando los síntomas no se van? Pasan los días y el cansancio continúa, la fiebre no minimiza, al contrario nos debilitamos mas a cada momento, es tiempo de tomarlo muy enserio pues podría tratarse de "la gran imitadora"; el lupus: una enfermedad crónica del sistema inmunológico, no contagiosa y que se manifiesta a través de brotes o crisis. El sistema inmune generalmente protege al cuerpo produciendo anticuerpos o proteínas que atacan y destruyen a los agentes invasores extraños, tales como las bacterias y los virus. 

  Sin embargo, en las personas con lupus, y por razones todavía desconocidas, el sistema inmune produce anticuerpos que atacan a las células sanas del propio cuerpo, lo que puede provocar lesiones en órganos vitales, discapacidad o incluso la muerte.

 "Cuando una persona presenta síntomas como fiebre, dolor en articulaciones, cansancio, debe recurrir a su médico para que le haga un chequeo general".

De esta manera se dio inicio a la jornada medico-científica extra, en la sociedad anticancerosa de nuestra entidad celebrando 30 años patrocinando la vida, titulada "Los Imitadores", donde varios especialistas expusieron sus puntos de vistas sobre el tema.

Atención a los síntomas

Explican los expertos que el lupus se le conoce como "la gran imitadora", porque sus síntomas se asemejan a los de otras enfermedades comunes y puede pasar desapercibida durante mucho tiempo.  Por tanto, cuando el médico de atención primaria sospecha que puede tratarse de lupus, remite a los pacientes a un especialista: al dermatólogo si se trata de lupus discoide, o bien al internista o al reumatólogo si es el lupus sistémico, que serán los encargados de realizar el diagnóstico. La detección precoz, un diagnóstico adecuado y la medicación para el lupus ayudan a que sus efectos debilitantes no sean graves, aunque se le conoce más como una enfermedad crónica.

No existe una prueba única para diagnosticar lupus; puede tomarse meses o años hacer el diagnóstico. No existe una cura para la enfermedad, pero los medicamentos y cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlarlo. Asimismo, mejorar la divulgación de los síntomas del lupus puede salvar vidas.

Las mujeres a cuidarse más

Cualquier persona puede padecer Lupus, pero las mujeres presentan un riesgo mayor y dentro de este grupo es más común encontrarlo entre afroamericanas, hispanas, asiáticas y nativo americanas, en ese orden de incidencia.


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