miércoles, 29 de junio de 2011

¿CÓMO HEMOS TRANSITADO EN NUESTRA VIDA?



Me encontraba leyendo un muy buen libro, era ya tarde, alrededor de las 11 o 12 de la noche, y como no podía conciliar el sueño opté por leer, y leyendo me encontré con "La alegoría del carruaje de Jorge Bucay", la cual me hizo reflexionar acerca de mi cuerpo, de mis deseos, de mi forma de pensar.



Esta alegoría narra de que al nacer, contamos con el precioso regalo que es: nuestro cuerpo, y que el cuerpo es una especie de carruaje diseñado especialmente para cada uno de nosotros, con esa capacidad de adaptarse a los cambios con el paso del tiempo y este carruaje será el mismo durante todo el viaje.



Este cuerpo que nos fué regalado, registra un deseo, una necesidad, un requerimiento instintivo, Este mi cuerpo, no me serviría para nada si no tuviera caballos; ellos son los deseos, las necesidades, las pulsiones y los afectos.



Todo va bien durante un tiempo, pero en algún momento empezamos a darnos cuenta de que estos deseos nos llevan por caminos un poco arriesgados y a veces peligroso, y entonces tenemos necesidad de sofrenarlos. Aquí es cuando aparece la figura del cochero: nuestra cabeza, nuestro intelecto, nuestra capacidad de pensar racionalmente. Este cochero manejará nuestro mejor tránsito.




En este momento ya pensé en mi cuerpo, ya recordé que al nacer, era un cuerpo sano y ahora es un cuerpo enfermo, pero este cuerpo enfermo, es tirado por un hermosos y fuertes "caballos" que son mis ganas de vivir la vida intensamente y que aunque mi cuerpo, "mi carruaje" está ya un poco deteriorado, por un mal diagnóstico, por todos esos meses en los cuales no sabían lo que tenía, o está deteriorado por las quimios dolorosas a las que me he sometido; aún con todo eso, mi mayor deseo es que mi alma no se empolve, que no se enferme, y entonces uso mi cabeza, mi intelecto, mi razonamiento y junto a esos deseos inmensos de ser feliz busco mil y un maneras de serlo, de estar tranquila, de dejar a un lado el estrés, SOLO POR HOY.



Lo ideal es vivir en armonía con estas tres partes y cuidarlas.




El cochero "intelecto" sirve para evaluar el camino, la ruta. Pero quienes realmente tiran del carruaje son tus caballos "tus deseos". No permitas que el cochero los descuide. Tienen que ser alimentados y protegidos, porque ¿qué harías sin los caballos? ¿qué sería de ti si fueras solamente cuerpo "carruaje" y cerebro? Si no tuvieras ningún deseo, ¿cómo sería la vida? Sería como la de esa gente que va por el mundo sin contacto con sus emociones, dejando que solamente su cerebro empuje el carruaje.



No descuidemos tampoco el carruaje "nuestro cuerpo" porque tiene que durar todo el trayecto. Y esto implicará reparar, cuidar, afinar lo que sea necesario para su mantenimiento. Si nadie lo cuida, el carruaje se rompe, y si se rompe se acabó el viaje.



Cuando soy capaz de incorporar todo esto, cuando sé que soy mi cuerpo, mi dolor de cabeza y mi sensación de apetito, que soy mis ganas y mis deseos y mis instintos; que soy además mis reflexiones y mi mente pensante y mis experiencias... Justo en ese momento estoy en condiciones de empezar, equipado, este camino, que es el que hoy decido para mí.




¿Como están tu carruaje, tu cochero, tus caballos, los tres trabajan armoniosamente, o solo son el carruaje y los caballos?




¿Puedes hacer una tarea?



En una hoja de papel escribe:



*Cómo está tu carruaje en estos momentos: Algo deteriorado, feliz, triste, podría estar mejor, etc.




*¿Cómo se comporta tu cochero? Razona o solo hace las cosas instintivamente y qué resultados has obtenido por la forma en que tu cochero se ha comportado.




*Esos caballos, visualiza todos tus deseos y has una reflexión acerca de cómo has transitado tu vida hasta este momento y si ha sido la mejor elección.




*Finalmente escribe qué cambios harías. Recuerda todos ellos serán para tu bien.

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